sábado, 22 de junio de 2013

PERSONAS DE NEGOCIOS 2.0


El otro día me puse a pensar en el estereotipo de ''persona de negocios'', que en mi diccionario mental vendría a ser la típica imagen de mujer con falda de tubo negra, americana a juego y camisa blanca, con su café preferiblemente de Starbucks, llegando tarde al trabajo, corriendo por la quinta avenida. Es un estereotipo que en cualquier ciudad existe, con su equivalente masculino: traje, maletín, café y prisa.

Pero, actualmente, ha aumentado el número de profesiones que pueden llevarse a cabo desde casa, de forma freelance. Profesiones como la programación, el community management, la redacción, y la traducción, por supuesto. Y también se engloban en este campo todas aquellas personas autónomas de cualquier ámbito que trabajan en su domicilio u oficina personal. ¿Deja alguien de ser una ''persona de negocios'' por no ir de traje y trabajar por su cuenta? me pregunto yo. 

Y volviendo al estereotipo neoyorquino, otros rasgos característicos de la ''persona de negocios'' son las reuniones, las relaciones con la plantilla, etc. Siendo autónomo, y no existiendo estos procesos de esa misma forma en la rutina laboral, ¿quiere decir que no se es una ''persona de negocios''? 

Un profesional autónomo carga con el peso de todo su negocio, siendo responsable de todo lo que pase, y las jornadas de trabajo pueden ser hasta mayores que las de una persona que tiene su jornada fija, aunque también es cierto que un autónomo tiene la ventaja (a veces) de organizar su actividad profesional, decidiendo qué acepta y qué no, y cómo reparte su tiempo. 

Por otro lado, esas reuniones serían el equivalente en la traducción y otras profesiones autónomas, a las citas con clientes y colaboradores, y a otros eventos como congresos y charlas. Luego está el tema de las relaciones laborales, que es algo diferente, pero un traductor no deja de interesarse en conocer a colegas del gremio para colaborar cuando es necesario, aunque no exista ese espacio de trabajo físico para intercambiar información. 

Por lo tanto, desde mi punto de vista, la traducción y el resto de profesiones freelance podrían suponer un nuevo concepto de la ''persona de negocios'', un estereotipo renovado.

Y vosotros, ¿qué opináis?





1 comentario:

  1. Es cierto que este estereotipo es el mayoritario y además el más apreciado. Es una pena que las personas que emprendemos, nos atrevemos a crear y asumimos toda la responsabilidad no seamos valorados si no conseguimos el éxito y probablemente estemos más ocupados que cualquier otro estereotipo como el que hablas. Me alegra que gente como tú reflexione sobre esta verdad. Un saludo y sigue escribiendo.

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